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22 mayo 2010

La primera célula artificial

El pasado 20 de mayo Science anunciaba la creación de la primera forma de vida "sintética" por parte del equipo del Dr. Craig Venter, uno de los padres del proyecto genoma humano. Se trataba en realidad de la creación de una célula bacteriana gobernada por ADN sintético, tal y como cuidadosamente reza el titulo del artículo científico en sí.

El avance, que no descubrimiento, suponía la culminación de un trabajo de 15 años de duración y un presupuesto de 40 millones de dólares que pretendía determinar el tamaño mínimo de un genoma bacteriano. El objetivo del proyecto era crear una bacteria con las instrucciones mínimas necesarias para ser viable, y sobre ésta base añadir genes artificiales con la idea de convertirla en una factoria de toda clase de productos químicos (fármacos, combustibles, nanomáquinas, etc.). El primer paso fue demostrar que se podría transplantar un cromosoma entero (el único que tienen las bacterias) de una célula a otra (Science, 3 Agosto 2007, p. 632). El segundo fue sintetizar artificalmente un genoma bacteriano (Science, 29 Febrero 2008, p. 1215). Y el tercero y definitivo ha sido la combinación de ambos, la síntesis y transplante del genoma articial a una célula receptora. La especie elegida ha sido una bacteria Mycoplasma mycoides, inicialmente se intentó con la más sencilla Mycoplasma genitalium pero su lento crecimiento hizo descartarla. Al inyectar el nuevo cromosoma a una especie distinta Micoplasma capricolum, ésta se transformó en M. mycoides, era viable y formaba colonias. En las células hijas toda la estructura y metabolismo tenía su origen en los genes artificiales, pues no restaba información genética alguna de la célula huésped.

El nuevo ADN sintetizado es en realidad una copia del original. Es decir no procede de la inventiva del ser humano, sino que se han copiado los genes preexistentes, todavía estamos a muchos años de esa capacidad. Lo que se ha hecho es secuenciar el cromosoma es decir; anotar todos las pares de bases que lo integran (ej: ATTCGAA... así hasta los 1,08 Mpb) y con esa secuencia grabada en un DVD nos hemos ido a un secuenciador genético (pues sí ya se comercializan aparatitos de éstos) que lo han reconstruido base por base, eso sí dividido en multitud de paquetes de pequeño tamaño (seguro que los aficionados a internet van captando la analogía). Después se han emsamblado todos esos paquetes aprovechando la maquinaria proteíca de Sacharomyceps cerevisiae, que es la levadura de la cerveza y a la que nunca estaré suficientemente agradecido. Dentro de la levadura todo el ADN sintético se ensambló de forma estable y conformó un plásmido que finalmente pudo ser conjugado a la nueva bacteria. Como curiosidad, diré que el nuevo cromosoma incorpora secuencias de ADN codificadas con los correos electrónicos del equipo de investigación y citas famosas (si alguno quiere comprobarlo....).

Por decirlo de otra forma más profana, la cosa viene a ser algo así como si a un PC le hubiesemos borrado el güindos y tras cargar un dvd con el Linux hubiéramos comprobado que se instala y funciona. En realidad es más asombroso; sería mas correcto decir que a un PC le cargamos el OsX y para sorpresa nuestra no sólo funciona bajo el nuevo sistema operativo sino que el hardware mismo se transforma en un Apple MAC y a la carcasa le aparece la manzanita y todo. Llevando a un extremo las analogías los científicos han emulado al Dr. Moureau y son ahora capaces de tranformar una especie en otra. Aunque eso sí con una modesta bacteria y no con monos, cochinos jabalis y cosas de esas.



Reconozco que cuando leí la noticia por primera vez no supe otorgarle toda la transcendencia que realmente tenía. Para un biólogo el logro se trataba más del desarrollo de los protocolos necesarios, que verificar la posibilidad de crear tales organismos sintéticos, algo implícito en las bases mismas de nuestra ciencia. Sin embargo, al oir las numerosas tertulias que se han ido sucediendo me he dado cuenta que, por parte ciertos sectores, la noticia se ha recibido como un ataque en toda la línea de flotación a las creencias animistas (religiones y newages incluidas). Mucha gente ha expresado su sorpresa por que tal avance sea posible, en definitva para ellos faltaba un elemento en la ecuación, el "principio vital" (léase alma, espíritu, aura, chakra, qí, o lo que se estile). He oído cómo intentaban reestructurar sus creencias lanzando hipótesis como que el "principio" se hallaba en la célula huésped y disparates por el estilo. Yo no apostaría mucho por ello, ya hay grupos trabajando en crear estas carcasas completamente artificiales. En realidad creo que se echarían a temblar con las que se viene encima, para su tranquilidad les diré que estoy seguro que, como siempre, sabrán reconciliar los nuevos descubrimientos con sus creencias. Algo perfectamente factible si usas adjetivos como todopoderoso, "por encima de todo" y cosas de esas.

Sin embargo, pienso que el mayor debate que debe suscitarse no es moral sino ético. La inversión descomunal necesaria para este tipo de logros se consigue gracias a la posibilidad de obtener una patente no sólo de los procedimientos, sino también de la información misma. Ya hubo un preaviso con los intentos de patentar el genoma humano. La cosa sigue no muy bien delimitada, pero mientras los juristas se aclaran, lo cierto es que en este avance muchos de los genes fueron comercialmente adquiridos a determinadas compañias (ej. GenBank). Estas compañias silenciosamente, y con los ojos puestos en el largo plazo, se van apropiando de toda una serie de avances que resultaran vitales para el futuro. Sinceramente creo que los SGAE, o incluso el monopolio informático es un juego de niños con la que se puede organizar aquí.

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