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20 enero 2010

La visión de Superwoman (Tetracromía y feminismo)

No sé si recordareís un manifiesto de clara índole sexista que hace algunos años circuló por la red sobre la simplicidad masculina. Se presentaba como un intento desesperado para obtener la comprensión del sexo opuesto, basándose en una irónica sencillez masculina frente a la complejidad femenina, algo por supuesto muy discutible. Sin embargo he de reconocer que algunas de sus afirmaciones me hiceron saltar lágrimas de pura risa. Una de éstas hacia referencia a nuestra incapacidad para distinguir los mismos cólores que las mujeres ("...¿qué diablos es el color fucsia?..."). Y es que, quien más y quien menos, se ha enfrentado a esa hora crítica en la que para pintar la casa, elegir ropa y últimamente hasta para comprar el coche, se nos ha requerido una capacidad cromática que excede en mucho nuestras posibilidades. Las mujeres parecen poseer auténtica pasión por poner adjetivos a los colores; verde pistacho, azul marino, rojo pasión, etc., algo que para que ellas lo entiendan, nos suena así como rojo fútbol, azul toalla o verde gusano.

Donde nosotros sólo vemos un color, ellas parecen discenir todo un universo de tonalidades, mezclas y, me atrevería a decir, nuevos colores. Más de uno ha pensado que tras esa "cromoadjetivación" compulsiva subyace un auténtico complot feminista, cuyo único objetivo es evidenciar nuestra clara, y para algunos ya asumida, inferioridad.

Pero es el caso que algo de cierto podría haber en el asunto. Parece ser que algunas mujeres podrían ser tetracrómatas. Término que desgraciadamente no tiene nada que ver con el sexo y que voy a intentar explicar.

Como los aficionados a la fotografía saben, todos los colores que vemos pueden obtenerse por combinación de los tres colores primarios, a saber; rojo, verde y azul. Esta circunstancia es debida a que nuestro sistema visual hace exactamente lo mismo, percibe esos tres colores y los procesa a posteriori para obtener los demás. Las células encargadas de la fotorecepción están alojadas en el fondo del ojo, en la retina y son los bastones, para visión en blanco y negro pero de alta sensibilidad (visión escotópica) , y los conos, para visión en color. Un cono en particular sólo es sensible a uno de estos tres colores, þor eso se dice que los humanos tenemos visión tricrómica (en realidad somos parcialmente tetracrómicos pues, a baja intensidad lumínica los bastones tambien pueden contribuir algo a la visión en color). No es una casualidad que el rango de longitudes de onda que, de forma conjunta, perciben esas células y que denominamos precisamente radiación visible, coincida con la porción más energética del espectro solar una vez atravesada la atmósfera. Es decir; nuestra visión está optimizada para nuestro planeta (lo siento somos terráqueos, no provenimos del planeta Reticulín). Como tampoco es casualidad que la clorofila, la molécula que usa la luz para crear materia orgánica, sea más sensible al verde que es la longitud de onda del espectro visible procedente del Sol que globlalmente porta más energia.


A escala biológica se trata de toda una anomalía, ya que lo normal entre los mamíferos es la dicromía, que no es una visión en blanco y negro sino la percerción de la gama de colores que pueden formarse por combinación de sólo dos primarios. Hace unos seis millones de años el ancestro común de humanos y chimpances sufrió una mutación en el gen que codificaba los bastones y se duplicó, dando lugar a tres tipos de bastones en lugar de dos. El nuevo tipo de bastón era sensible a longitudes de onda muy diferentes, y permitió la percepción de una gran número de colores en una banda del espectro luminoso muy adecuada para distinguir frutas y su madurez. Como por entonces nuestro ancestro poseía una dieta frugívora,  la mutación resultó muy útil y  fue rápidamente favorecida y por esto hoy día humanos y chimpancés vemos el mundo como lo vemos,... de color de rosas?

Sin embargo existen numerosos peces, insectos, anfibios y aves que son tetracrómicos, es decir perciben el mundo a través de cuatro colores primarios. No es que vean más tonos de color, sino que ven más colores. En general la longitud de onda percibida por el cuarto tipo de cono es el ultravioleta. No ponemos imaginarnos la visión del mundo de estos animales, algunos documentales han intentando mostrar algo de lo que supone la visión adicional del UV y demuestran, para frustación nuestra, que el mundo está hecho para ser visto combinando cuatro colores y no sólo tres. Probablemente la mejor analogía que pueda hacerse estos dias es comparar la Tierra tal y como la conocemos con "Pandora", el maravilloso planeta de la reciente película Avatar de James Cameron. Les adjunto una figura con la gama de longitudes de onda a la que son sensibles algunos pájaros.

Pues bien, y por fin llegamos al meollo de la cuestión, parece ser que recientemente en los humanos el gen que codifica los bastones (gen OPN1MW) ha sufrido una nueva duplicación y ha ocasionado individuos con cuatro tipos de conos. Como quiera que el OPN1MW pertenece al cromosoma X y es de carácter recesivo, es decir que para que sea funcional requiere que ambas copias sean mutadas, sólo se puede activar en mujeres . Ya saben las mujeres tienen dos copias (XX) y los hombres sólo una (XY). En este caso el nuevo tipo de cono presentaría su máxima sensibilidad luminosa entre el rojo y el verde. Otorgándoles una mayor capacidad de diferenciación en los tonos intermedios entres ambos colores, es decir tonos ocres (perdón tonos naranja frambuesa caramelizados?). Como ver no es lo mismo que mirar, esta capacidad implica que además el cerebro es capaz de procesar esta información de manera innata.

¿Se imaginan?, un animal monocromático percibe unos 100 tonos en este caso de grises, un bicromatico 100000 (100x100) ya en color, un tricromático 1.000.000 colores (100x100x100) y las mujeres poseedoras de esta mutación  100x100x100x100= 100.000.000 de colores y todos comprendidos entre el rojo y el verde. Curiosamente en el rango de tonos próximos a nuestro color de la piel. ¿Acaso viene de ahí la afición al maquillaje? Donde nosotros vemos una piel morena, ¿ellas ven una piel a manchas de diferentes colores? ¿por eso no combina nuestra camiseta con los zapatos? ¿Saben si estamos enfermos por nuestro tono de color? ¿Ven a través de la ropa?

Así que amigo mio, cuando vuelvas casa y descubras tu salón recién pintado con un verde (fosforito?) que parece atravesar la esencia de tu ser, y cuyos fotones mutan tu mismísimo ADN, induciéndote un estado de cólera, antes de rechistar, recuerda que es sólo tu limitada visión masculina la que te impide apreciar en todo su esplendor la genial combinación de colores con que tu pareja ha decidido obsequiarte.

Como nota final creo que debería añadir que esta variación genética al ser reciente y que se sepa no aportar ventajas selectivas determinantes, no ha difundido mucho entre la población y sólo estaría presente en el 2% de las mujeres, es decir, alguna mentirosilla hay por ahí...

"Cosas veredes amigo Sancho", cosas veredes...

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